Si la lavadora es casi lo que más energía gasta en una vivienda, el consumo de la secadora le sigue de cerca.
Aunque estamos en la tierra del sol por excelencia, hay zonas del norte de España que son algo menos calurosas. Y aunque vivas en la playa de Cádiz, cuando viene un temporal de invierno no hay forma de secar la ropa. Por mucho que te empeñes, seguro que más de una vez te ha tocado poner la secadora. ¿Hay algún truco para ahorrar?
Reduciendo el consumo de la secadora
Los trucos que te voy a contar te sonarán del artículo anterior, sobre el consumo de la lavadora. Son muy parecidos, porque el sistema que utilizan estos electrodomésticos es el mismo: un tambor lleno de ropa que da vueltas. La diferencia es que uno le echa agua y jabón, y el otro aire caliente. Pero el principio es el mismo.
- No llenes la secadora hasta el tope: Cuanto más llena esté, más le costará de secarse, porque habrá más prendas soltando humedad. A diferencia de la lavadora, si está a media carga no es un problema, porque acabará antes. Eso sí, controla el tiempo que le pones.
- Pon la ropa medio seca: Si has tenido la ropa un rato tendida habrá perdido ya mucha agua, y hará falta menos tiempo dentro de la secadora. Si necesitas pasarla directamente de la lavadora a la secadora, centrifúgala al máximo. Aunque gastes un poco más en el centrifugado, ten en cuenta que reducirás el consumo de la secadora.
- Aprovecha la calefacción: En invierno puedes aprovechar el calor de los radiadores para acabar de secar la ropa. Te sorprenderás, puede que incluso te ahorres alguna secadora.
Ten a mano estas sugerencias. Sobre todo cuando llegue la gota fría en otoño-invierno… las necesitarás.
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